Un disco compacto (el DVD del casamiento de tu mejor amigo sirve). Un corcho (sí, ese el de la última parranda!). Una vela, esa que ocupaste para iluminar tus horribles noches de pocker. Un poco de cable cobre (puedes romper tu vieja lámpara, o ir y comprártelo en la ferretería). Un pequeño motor, que también puedes conseguir en la ferretería o en el autito del hijo del vecino. El pegamento y un cable USB. Y ya tenemos lo que necesitamos para nuestro propio ventilador USB. Más fácil imposible!!
Sólo sigue los pasos del vídeo, y tendrás algo que hacer en este sábado y fresco aire para los sábados restantes.
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